Lo confieso me encantan las bodas vintage! las amo; nos permiten ser creativos y diferentes, salirnos de lo cotidiano, de lo tradicional, ser mas detallistas. Y no es que este en contra de lo clásico, sino que me encanta todo lo que signifique ser diferente, inventar, crear.
La tendencia de las bodas vintage no comenzó este año, ni el pasado; recuerdo que tuve la primera de estas a finales de 2012, por lo menos aquí en mi pequeña gran Isla, más o menos para esa fecha comenzó todo. Se que en países como Estados Unidos o España comenzó mucho antes, por eso de hace algunos años para acá soy tan asidua a blogs o paginas especializadas en bodas, de estos países, para poder estar al tanto de todas las tendencias, y definitivamente el vintage llego para quedarse.
El romanticismo, el encaje, los colores claros, la combinación de distintos elementos (que en cualquier otra época hubiese sido impensable de utilizar), jaulas, faroles, lo envejecido, se puede hacer tanto y lo mejor es que no es necesario gastar una millonada en esto, solo hay que ser creativo.
Las flores suelen ser el factor más importante en este estilo de bodas, en tonos claros: blanco, crema, lila, rosa pálido o viejo, amarillos claros, en fin tonos pasteles. Colócalas en todos los rincones posibles, centros de mesa, entrada a la recepción, mesa de dulces, estaciones de comida, set de fotos, mesa de firmas, entre otros.
Foto tomada de Pinterest
Si cuentas con elementos antiguos, que se encuentren en casa de sus abuelitos o padres, aprovéchenlos e incorpórenlos a la decoración. En fin todo es cuestión de ser creativos, detallistas y muy románticos.
Foto tomada de Pinterest
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